Figuras desde el corazón
Aunque Pedro Linares era originario de la Ciudad de México, hay un poblado en Oaxaca llamado San Martín Tilcajete donde se da vida a estos animales fantásticos a través de la talla en madera, y donde son decorados con motivos de la mitología zapoteca, donde se piensa que cada ser humano que nace viene acompañado de un animal que lo guiará durante su vida, denominado nahual, esos nahuales han tomado el nombre "moderno" de alebrijes, y aquí se ha continuado con la tradición comenzada por Pedro Linares.
Para la talla de estas delicadas figuras se utiliza madera de copal que es muy suave y fácil de manejar, para teñirla se utilizan pigmentos naturales como la ceniza del copal, el bicarbonato, la cal y la miel, los detalles se ponen con añil, huitlacoche o cochinilla para dar esos vivos colores que los caracterizan y dependiendo del tamaño del alebrije será el tiempo que dure su elaboración, desde algunas semanas hasta años.
Estos monstruos sacados de un sueño, han sido reproducidos, pero también son cada vez más los artesanos que sacan de su propia inventiva otras figuras que combinan partes de varios animales en un solo cuerpo, y luego están también las figuras adoptadas y adaptadas de otras culturas como los dragones, los marcianos, animales del mar entre otros.
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